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Qué conocemos por salud cognitiva

Qué conocemos por salud cognitiva

Por Dra. Laura Llacuna, Doctora en Biomedicina, Experta en Psiconeuroinmunología y Nutrición Ortomolecular y Asesora Médica en Superlativa


La salud cognitiva se refiere al buen funcionamiento de las capacidades mentales que nos permiten pensar, aprender, recordar, razonar y tomar decisiones.

En otras palabras, es el estado de bienestar del cerebro en todo lo relacionado con los procesos del conocimiento.

Salud cognitiva en la edad adulta

La salud cognitiva en la edad adulta se refiere al mantenimiento y buen funcionamiento de las capacidades mentales —como la memoria, la atención, el razonamiento, el lenguaje y la toma de decisiones— durante las etapas medias y avanzadas de la vida.

A lo largo de la adultez, el cerebro sigue siendo capaz de aprender, adaptarse y crear nuevas conexiones neuronales, aunque algunas funciones pueden volverse más lentas con el paso del tiempo.

Aspectos clave de la salud cognitiva en la edad adulta:

1. Cambios normales:

  • Ligera disminución en la velocidad de procesamiento mental.
  • Mayor dificultad para recordar información reciente.
  • Mantenimiento de la sabiduría, la experiencia y el juicio.

2. Factores que influyen:

  • Estilo de vida saludable: buena alimentación, sueño adecuado y actividad física regular.
  • Estimulación mental: leer, aprender cosas nuevas, resolver problemas, tocar un instrumento.
  • Relaciones sociales: la interacción social mantiene el cerebro activo.
  • Salud emocional: controlar el estrés, la ansiedad y la depresión.
  • Condiciones médicas: enfermedades como la hipertensión, la diabetes o el colesterol alto pueden afectar el cerebro.

3. Importancia:

Mantener una buena salud cognitiva en la adultez ayuda a conservar la autonomía, mejorar la calidad de vida y prevenir o retrasar el deterioro cognitivo y enfermedades como la demencia o el Alzheimer.


Consejos para mantener una buena salud cognitiva


  • Mantén tu mente activa:
    Realiza actividades que desafíen tu cerebro como leer, escribir, hacer crucigramas, sudokus, aprender un idioma o tocar un instrumento.
  • Haz ejercicio físico regularmente:
    La actividad física mejora la circulación sanguínea en el cerebro y favorece la creación de nuevas conexiones neuronales. Caminar, nadar o practicar yoga son excelentes opciones.
  • Cuida tu alimentación:
    Sigue una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, pescado, frutos secos y cereales integrales. La dieta mediterránea es especialmente beneficiosa para el cerebro.
  • Duerme lo suficiente:
    El sueño permite al cerebro descansar, reparar tejidos y consolidar la memoria. Intenta dormir entre 7 y 8 horas diarias.
  • Controla el estrés:
    El estrés crónico puede afectar la memoria y la concentración. Practica técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el mindfulness.
  • Mantén relaciones sociales activas:
    Conversar, compartir experiencias y participar en actividades comunitarias o familiares estimula la mente y mejora el estado de ánimo.
  • Evita el consumo excesivo de alcohol y tabaco:
    Estas sustancias pueden dañar las neuronas y afectar el rendimiento cognitivo.
  • Cuida tu salud general:
    Controla la presión arterial, el colesterol, el azúcar en sangre y acude regularmente al médico. La salud del cuerpo y la del cerebro están estrechamente relacionadas.
  • Mantén una actitud positiva y curiosa:
    Estar abierto a aprender y disfrutar de nuevas experiencias mantiene al cerebro joven y activo.

 

Referencias bibliográficas

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  3. Affective Working Memory: An Integrative Psychological Construct. Mikels JA, Reuter-Lorenz PA. Perspect Psychol Sci. 2019 Jul;14(4):543-559. doi: 10.1177/1745691619837597. Epub 2019 May 6.
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